La revolución científico-tecnológica propiciada por la globalización y la sociedad del conocimiento ha impulsado grandes transformaciones en las instituciones de educación superior, lo que se traduce, entre otras cosas, en la demanda por una formación actualizada e integral en competencias y habilidades para el siglo XXI. Las universidades deben entonces evolucionar y brindar una educación contextualizada, potenciando nuevas habilidades, nuevos lenguajes y destrezas para la formación de los profesionales y ciudadanos que requiere una sociedad en permanente cambio.
Se espera que el docente del siglo XXI ajuste su rol para convertirse en orientador y mediador en el proceso de aprendizaje (Morales, Arteaga, Gallegos, Yanchapaxi y Stay, 2016), permitiendo a los estudiantes la construcción de sentidos y significados de lo que aprenden (Serrano y Pons 2008). Esto implica, entre otras, desarrollar estrategias de aprendizaje autónomo, activo y colaborativo, potenciando el aprendizaje de pares, para favorecer el desarrollo del futuro profesional del siglo XXI. Así mismo, considerar estrategias que promueven la autorregulación de los aprendizajes con mediadores tecnológicos (Pérez, Valenzuela, Díaz, González-Pienda y Núñez, 2013).
La investigación especializada identifica los desafíos que implica la integración de las tecnologías digitales, así como tecnologías que tendrán un impacto significativo por su potencial para la formación de profesionales que la sociedad actual y futura requiere (EDUCASE Horizon Report, 2019): aprendizaje móvil (m-learning); tecnologías analíticas; tecnología háptica; realidad aumentada; realidad virtual; realidad inmersiva; infrarrojo; realidad disminuida; holograma; teleinmersión, como recursos para aproximar a un campo cercano los problemas que deberán resolver en su ámbito laboral.
Resulta urgente la priorización de propuestas orientadas a fortalecer el trabajo formativo desde modalidades virtuales, mixtas e híbridas, que incluyan metodologías innovadoras de enseñanza-aprendizaje centradas en el estudiante. En este sentido, la Universidad ha avanzado de manera decidida para crear y favorecer escenarios de aprendizajes en respuesta a las nuevas lógicas de enseñanza y aprendizaje que las competencias del siglo XXI. Para lo que se requieren nuevas y mejores tecnologías que desafíe a los docentes y estudiantes a una construcción conjunta y creativa de los nuevos aprendizajes.
Modelo Educativo Institucional
Fomenta el desarrollo de competencias transversales a lo largo de la vida universitaria, favorece la innovación e investigación de mejores prácticas formativas y releva el rol de las tecnologías como instrumentos de aprendizaje.
Plan de Desarrollo Estratégico Institucional (2017-2022)
Sigue los lineamientos estratégicos de una universidad que proyecta su identidad, genera conocimiento, forma personas con vocación de servicio a la sociedad, funciona como una institución de calidad y sostenible , pero también como un vínculo.
Marco de Cualificaciones de la Docencia PUCV
Dentro de las seis dimensiones de competencias para una docencia universitaria de calidad, se considera el uso pedagógico de las TIC como parte del proceso de aprendizaje.